lunes, 25 de agosto de 2008

Cómo se hizo Vicky Cristina Barcelona


Mientras llega el estreno de Vicky Cristina Barcelona (y aumenta la curiosidad por ella después de las críticas tan entusiastas que está recibiendo en USA), hoy venía en El País lo que el redactor ha denominado "parte de las anotaciones de Woody Allen durante el rodaje" publicadas hace unos días en el New York Times. La traducción, un breve extracto que omite los apartados más jugosos, fuera de contexto y con un titular un tanto ambiguo, podría inducir a las mentes menos suspicaces a tomarse al pie de la letra el anecdotario de Woody. Dios no lo quiera: poniendo mi granito de arena contra la confusion periodística general, he buscado el original yanki y lo transcribo aquí debajo en su integridad (y así, de paso, le doy un mínimo de utilidad al blog)...



Extractos de mi diario en España
por Woody Allen

2 de enero
He recibido una oferta para escribir y dirigir una película en Barcelona. Tengo que ser precavido. España es muy soleada y a mí me salen pecas. El dinero no es mucho pero mi agente se las ha arreglado para conseguirme una décima del 1 por ciento de todo lo que obtenga la película por encima de 400 millones de dólares una vez que cubra gastos.
No tengo ideas para Barcelona salvo que les pueda encajar la historia de los dos judios de Hackensack, Nueva Jersey, que abren una empresa de embalsamamiento por correo.

5 de marzo
Me he reunido con Penélope Cruz y Javier Bardem. Ella es arrebatadora y más sexual de lo que imaginaba. Durante la entrevista mis pantalones echaban humo. Bardem es uno de esos genios intensos que claramente va a necesitar mano dura.

2 de abril
Le he ofrecido un papel a Scarlett Johansson. Antes de aceptar me dice que el guión debe ser aprobado por su agente y luego por su madre, con quien tiene mucha relación. Luego tendrá que aprobarlo el agente de su madre. En plena negociación cambia de agentes. Luego de madres. Tiene talento pero llega a ser un incordio.

1 de junio
Ya en Barcelona. Alojamiento de primera clase. Al hotel le han prometido media estrella el año que viene siempre que instalen agua corriente.

5 de junio
El rodaje tiene un comienzo agitado. Rebecca Hall, aunque joven y en su primer papel importante, es un poco más temperamental de lo que yo esperaba y me ha prohibido el acceso al set. He tratado de explicarle que el director tiene que estar presente para dirigir la película pero no he logrado convencerla y me he tenido que disfrazar de empleado de catering para volver a entrar.

15 de junio
Por fin avanzamos. He rodado una tórrida escena de amor entre Scarlett y Javier. Hace unos años hubiese interpretado yo su papel. Cuando se lo comento a Scarlett, ha soltado un enigmático "uh-huh". Scarlett ha llegado tarde al set y la he regañado firmemente, explicándole que no tolero retrasos en mis actores. Ha escuchado con respeto, aunque me ha parecido que mientras le hablaba ella encendía su iPod.

20 de junio
Barcelona es una ciudad maravillosa. Las multitudes se agolpan en las calles para vernos trabajar. Por suerte son conscientes de que no tengo tiempo para autógrafos y sólo se los piden a los miembros del reparto. Más tarde saco unas cuantas fotos mías de 20x25 dando la mano a Spiro Agnew y me ofrezco a firmarlas pero para entonces la muchedumbre ya se ha dispersado.

26 de julio
Hemos rodado en la Sagrada Familia, la obra maestra de Gaudi. Se me ocurre que tengo mucho en común con el gran arquitecto español. Ambos desafiamos las convenciones, él con sus impresionantes diseños, yo llevando un babero para langostas en la ducha.

30 de julio
Las tomas diarias pintan bien, y aunque la idea de Javier de añadir una escena con una enorme invasión marciana con mil extras disfrazados y complicados efectos de platillos volantes no es demasiado buena, voy a rodarla para tenerlo contento y ya la cortaré luego en el montaje.

3 de julio
Scarlett ha venido hoy con una de esas preguntas que hacen los actores. "¿Cuál es mi motivación?". He dado un respingo: "Tu salario". Dice que de acuerdo pero que va a necesitar más motivación para seguir. Más o menos el triple. Si no, amenaza con marcharse. Le digo que no la creo y me marcho yo primero. Luego se marcha ella. Ahora estamos tan lejos que tenemos que gritar para oirnos. Entonces ella amenaza con ponerse a saltar. Yo salto también y pronto alcanzamos un impass. Durante el impass me topo con unos amigos, bebemos y por supuesto me toca a mí pagar la cuenta.

15 de julio
Otra vez he tenido que ayudar a Javier con las escenas de sexo. La secuencia requiere que él agarre a Penélope Cruz, le arranque la ropa y la arrastre al dormitorio. Ha ganado un Oscar y todavía necesita que le enseñe a fingir pasión. Agarro a Penélope y le arranco la ropa sin saber que todavía no se había cambiado y que era su caro vestido el que acabo de destrozar. Sin inmutarme, la arrojo ante la chimenea y salto sobre ella. La muy coqueta se echa a un lado un segundo antes de que aterrice, con lo que me parto un diente contra el suelo de baldosas. Una buena jornada de trabajo y en principio podré volver a masticar sólidos en agosto.

30 de julio
Las tomas diarias están saliendo espectaculares. Probablemente es demasiado pronto para empezar a preparar la campaña para el Oscar. Aún así, unos breves apuntes para el discurso de aceptación me podrían ahorrar tiempo más adelante.

3 de agosto
Supongo que viene con el puesto. Como director uno es en parte maestro, en parte loquero, parte figura paterna, gurú. No tiene nada de extraño que en estas semanas Scarlett y Penélope hayan acabado enamorándose de mí. ¡El frágil corazón de la mujer! He notado al pobre Javier mirando con envidia cómo las actrices me desnudan con los ojos. Le he explicado al muchacho que ese irrefrenable deseo femenino por un icono cinematográfico, en particular uno con esta expresión de fría autoridad, es algo de esperar. Mientras tanto, cuando llego al set cada mañana bañado y perfumado, entre Scarlett y Penélope se produce una frenética corriente de lujuria. No me gusta mezclar los negocios con el placer pero voy a tener que aliviar su deseo por turnos si quiero terminar esta película. Quizá podría dar a Penélope los miércoles y los viernes, satisfaciendo a Scarlett los martes y los jueves, como hacen en algunos aparcamientos. Así dejaría libre los lunes para Rebecca, a la que he pillado tatuándose mi nombre en el muslo. Me tomaré una copa con las chicas después del rodaje y fijaremos unas reglas. Quizá el viejo sistema de los cupones de racionamiento.

10 de agosto
Escena emocional de Javier. He tenido que darle unas pautas. Mientras me imita, todo va bien, pero en el momento en que intenta su propia actuación, se pierde. Entonces solloza y se pregunta cómo sobrevivirá cuando ya no le dirija. Intento explicarle con educación y firmeza que debe hacerlo lo mejor que pueda sin mí y que debe intentar recordar mis consejos. Sé que le he animado porque al salir del camerino él y sus amigos estaban aullando de risa.

20 de agosto
He hecho el amor simultáneamente con Scarlett y Penélope en un esfuerzo por mantenerlas felices. El menage à trois me da una gran idea para el climax de la película. Rebecca seguía aporreando la puerta hasta que la he dejado entrar, pero esas camas españolas son demasiado pequeñas para cuatro y una vez que se apunta me tiran al suelo constantemente.

25 de agosto
Fin del rodaje. La fiesta de despedida, algo triste como de costumbre. Baile lento con Scarlett. Le rompo un dedo. No es culpa mía, la he pisado cuando me llevaba ella.
Penélope y Javier estan ansiosos por volver a trabajar conmigo. Me dicen que intente encontrarlos si tengo otro guión. Copa de despedida con Rebecca. Momento sentimental. Han hecho una colecta entre el reparto y el equipo y entre todos me han comprado un bolígrafo. He decidido llamar a la película Vicky Cristina Barcelona. Los jefes del estudio han visto todas las tomas diarias, por lo visto les encanta cada fotograma y se habla de estrenarla en una colonia de leprosos. Qué solo se está en la cumbre.

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