lunes, 17 de noviembre de 2008

Y a continuación, algo completamente diferente



El mismo día en que Alex de la Iglesia ha anunciado con pesar en su blog que en breve concluye definitivamente el rodaje de Plutón BRB Nero (porque es el destino de toda serie de ciencia ficción que se precie terminar prematuramente, y porque aunque no ha ido mal para la media de la 2, tendría que haber ido mucho mejor para haberles prorrogado más allá de los 26 episodios), se publica oficialmente el segundo teaser-trailer de Star Trek (2009), la película que tiene en sus manos la salvación del género space opera tras la escabechina de las Galaxias, o al menos hasta que James Cameron estrene Avatar...
Este trailer (en inglés, claro) lleva todo el fin de semana pululando por internet causando sensación en cutreversiones pirata, así que ahora que ya se puede ver en condiciones no me seáis vagos y pinchad en
apple.com/trailers
para escoger la versión quicktime más grande que soporte vuestro aparato (donde pone Trailer 2, apartado HD), porque es una cosa muy moderna y llamativa, de mucha velocidad y detalle, y además aquí no salen ballenas ni señores mayores metiendo barriga (pobre Shatner).
Tampoco hay, para compensar, ninguna estrella en el reparto salvo un irreconocible Eric Bana haciendo de villano, aunque por ahí anden también Wynona Ryder, Simon Pegg, Karl Urban, la doctora Cameron y el malo de la serie de Heroes. En cambio se ve mucha pasta en efectos, unos diseños bastante interesantes y el apunte de un argumento que de pronto se ha revelado (leyendo entre líneas) mucho más intrigante que simplemente otra precuela sobre cómo se conocieron el capitán Kirk y el señor Spock. ¿Sera suficiente para picar la curiosidad del público generalista? Vosotros diréis; de todas formas aún les quedan seis meses hasta el estreno para seguir vendiendo la moto.

Mientras tanto, la película de J.J. Abrams amenaza ya con producir el mayor cisma entre fundamentalistas y renovadores de la Franquicia (franquicia que estaba muerta tras años de deslizarse a la irrelevancia cuando él decidió recogerla) desde el día en que su creador, Gene Roddenberry, puso a un calvo francés que en realidad era inglés en la silla del capitán.

A mí, de momento, me gusta bastante lo que veo.
Y la nueva Enterprise sigue siendo bastante icónica. En el fondo, ¿no es eso lo único que importa?

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