En alguna parte, casi seguro que en diferido y soltando el porcentaje correspondiente a la SGAE, la voz nasal de John Lennon canta Happy Christmas (War is over). Tanto deseo de paz para el nuevo año está a punto de producir el milagro donde más falta nos hacía, en el campo de los artículos tecnológicos de lujo. Sí, amigos, parece que ya tenemos claro ganador en la batalla entre el HD-DVD y el Blu-ray por la sucesión del DVD en alta definición (igualadísimo combate librado ante la indiferencia general de la mayoría de los consumidores entre los que me incluyo).
Si el pasado jueves causaba perpejidad encontrar entre los titulares de un diario nacional a John Lasseter (cerebro de Pixar y actual jefe de la división de animación de Disney) proclamando a botepronto su amor incondicional por el Blu-ray (“la tecnología superior”), casi al mismo tiempo los foros de Apple se llenaban de rumores sobre la inminente incorporación del Blu-ray de serie en las máquinas de la compañía. Ondas en la superficie provocadas por desplazamientos subterráneos… Esta mañana nos despertamos con que el macroconsorcio Warner, hasta ahora en ambos bandos, rompe abruptamente el equilibrio de poder y y se pasa con todo su catálogo al Blu-ray en exclusiva (seguido inmediatamente por la pequeña New Line). Un tal Bill Hunt de Digital Bits considera que la oferta de contenidos para cada soporte se queda en proporción 70/30 a favor del Blu-ray (de Universal, Paramount y Dreamworks se espera como poco el pase a la neutralidad y ediciones en ambos soportes). Según opinión generalizada de los analistas de internet y de la revista Variety, y en vista de que en el terreno de los videojuegos el dominio Blu-ray es aplastante gracias a la Playstation 3 de Sony) el movimiento de ficha de Warner es el final de la partida.
Se comenta que la competencia de formatos había empezado a dañar no sólo la venta de cada cuál por separado (con muchos compradores potenciales reservándose hasta saber cuál de los dos sería el nuevo Beta y cuál el nuevo VHS) sino la de los propios dvds, que ya empiezan a percibirse como un producto obsoleto sin un claro sustituto. Y con la sangría económica que está suponiendo para la industria del entretenimiento la huelga de los guionistas americanos (aunque por lo visto no lo bastante como para concederles unas reivindicaciones perfectamente razonables y asumibles porque eso sería “mostrar debilidad”) no está la cosa como para dejar de ganar dinero con el catálogo actual.
(Ahondando en esa misma linea, comentar que resulta que los Blu-ray son, por el momento, más difíciles de copiar...)
¿En qué nos afecta esto al común de los mortales? Pues a usted en poco pero a mí, por ejemplo, se me ocurre que éste no es buen momento para comprar discos, reproductores o grabadores de dvd porque los precios están a punto de caer a plomo. Si los insaciables tahúres de Hollywood pretenden que quienes todavía nos acordamos de nuestro primer video y hasta de la tele en blanco y negro abracemos como lemmings su nuevo juguete sólo para verlo todo todavía un poco más grande y más nítido, van a tener que empezar a hacernos una oferta que no podamos rechazar…
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