miércoles, 29 de agosto de 2007

Caótica Ana

Ana no es ninguna mística. Ana empieza en una cueva y acaba entre los rascacielos de Manhattan. Ana es una salvaje feliz e inocente a la que el conocimiento del mundo no le hará más feliz. Ana es una espontánea chica de Ibiza, hija de un taciturno ermitaño alemán, con un talento para la pintura que llama la atención de la mecenas Charlotte Rampling, y también, de alguna manera, es todas esas otras mujeres muertas por la violencia del hombre. Ana es pura vida, la fuerza primigenia femenina y a la vez es y no es la hermana muerta de Julio Medem a la que va dedicada la película, y sólo él puede saber hasta qué punto...

Ni caso a los que dicen que Medem se pierde en crípticos laberintos y se va por las ramas de sus pajas mentales; Caótica Ana es su película más sencilla y directa y está llena de luz y calor. Más poética que la serie Heroes o que El protegido de Shyamalan, es el relato del origen de una heroína con un corazón tan grande como un mundo que crece y descubre que lleva sobre sus hombros el peso del planeta y todos sus siglos de horror y crimen, y también una historia sobre el sentido de la vida habiendo muerte, sobre la herencia y la suma de la memoria.
Impresionante la naturalidad de la debutante Manuela Vellés, constantemente expuesta al ojo de la cámara, la fragilidad y la fuerza de su mirada, y muy bien también la cantante Bebe, que poco a poco se va haciendo también con su carrerita de actriz. Medem nos muestra las pinturas de su hermana, se las atribuye a esta otra Ana y les da literalmente vida en una película visualmente arrebatadora y con una banda sonora étnica con vocalista femenina a cargo de Jocelyn Pool (Eyes Wide Shut, El Mercader de Venecia) que sería disco de oro si la gente comprara estas cosas.

En una escena de Caótica Ana sale Antonio Vega cantando Agarrate a mí María de Los Secretos (con aspecto extrañamente saludable). El director y él, cada uno en su campo, tienen mucho en común: Julio Medem es una de las voces más personales del cine español, un artista con la sensibilidad a flor de piel y un universo propio, apasionado y enigmático, que en el tiempo que ha estado fuera ha aprovechado para reformar tirando algunos tabiques para que corra el aire…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien contado. Me encantó la peli pero cuando se escucha por primera vez la voz del hipnotizador por teléfono me hizo muchísima gracia porque es igual que la de Doctor Alce. Ya pensaba yo que iba a salir el señor cabeza dándole la réplica. Esta vez no hay dibujo joder!

Alberto Tejero Villalobos dijo...

¿La voz de Doctor Alce? Bien pudiera ser; ahora que se ha acabado la Hora Chanante lo más normal es que vayamos viendo a muchos de sus entrañables secundarios buscándose la vida como puedan en curros indignos de su talento(Superñoño con los Lunnis, el Gañán en Dolce Vita, El señor Pussy presentando las noticias de Telemadrid con Sánchez Dragó...)
Pero, en rima consonante y volviendo al tema de Caótica Ana, si no hay dibujo es porque no me da la real gana!